MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA GONZÁLEZ MARTÍ
Lebrillo pequeño de producción manisera realizado en el siglo XV. Está decorado en azul cobalto con la figura de un conejo de largas orejas y fondo de helechos y punteado. Se utilizaba como recipiente de cocina, mesa, o bien, como elemento decorativo, exhibiéndolo en una pared, vasar o repisa.
Plato trinchero del siglo XV decorado en azul que representa la figura de un jabalí con el cuerpo cruzado por una cruz con un fondo de helechos y punteado.
Esta escudilla muestra en el centro una mano de Fátima o "hamsa", flanqueada por las llaves del Paraiso.
La "hamsa" es un tema recurrente en la decoración cerámica de la época islámica y posteriormente de la mudéjar, ya que los ceramistas eran musulmanes y recurrían a menudo a su repertorio iconográfico, en gran parte fusionado con los temas occidentales que demandaban los cristianos.
Aunque la representación de una mano ya se encuentra en las pinturas prehistóricas y el símbolo es preislámico, los musulmanes del norte de África lo adoptaron con entusiasmo y son ellos los que lo introducen en nuestra península. En su imaginario, los cinco dedos hacen referencia a los cinco preceptos principales del Corán: orar, ayunar, dar lismona, hacer la guerra santa y peregrinar a la Meca.
Si en la cerámica fina islámica aparece con cierta frecuencia, más o menos esquemática, en la mudéjar aparece igualmente y hasta en lugares sagrados, como es por ejemplo la cúpula de la Concepción Franciscana de Toledo, donde los azulejos con el trigrama de Jesús JHS se unen a esta "hamsa" y las mismas llaves que veíamos en esta escudilla.
Se usó, y se usa hoy en el norte de África, como signo profiláctico, para preservar del mal de ojo y derivó hacia el adorno cristiano, con la misma función protectora. A pesar de las amenazas de la iglesia e incluso las pragmáticas reales que prohiben su uso, fue muy popular y todavía hoy, en ciertas regiones, se pone a los niños. Del poco caso que se hizo a estos anatemas sobre su uso, dan idea las múltiples manos de azabache, vidrio de roca u otro material que tienen muchas imágenes de la Virgen y el Niño, a quines se les dá como una ofrenda.
Las llaves del Paraíso que aparecen flanqueando la mano son también símbolos muy antiguos y por descontado apropiados para el cristianismo, con la simbología de las llaves del Reino o de la Iglesia. En el arte islámico se interpretan como las de la puerta del paraiso musulmán, y son mucho menos frecuentes que la "hamsa".
Aunque esta escudilla tiene claros símbolos islámicos, no quiere decir eso que no fuera hecho para un ámbito cristiano, porque como hemos visto en el caso del convento franciscano de Toledo, y en muchos otros que se podrían mencionar, el arte mudéjar incorpora plenamente esta simbología.
Mari Paz Soler (Els Reis 2004)
Cuenco del siglo XV decorado en verde y negro de Paterna o Teruel que representa dos pájaros afrontados.
Cuenco del s.XIV en verde y negro de Paterna o Teruel, sobre cubierta estannífera. Presenta una figura de dragón o quimera.
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