RAKU

El desarrollo del Raku en occidente a partir de Bernad Leach y Paul Soldner no refleja la realidad histórica del Raku. Este tipo de piezas se cocía en hornos de baja temperatura de construcción muy simple y básicamente en atmósfera oxidante.

Los colores eran dos: rojo (Akaraku) y negro (Kuroraku). El esmalte negro se hacía con una piedra molida del río Kamo y el Raku rojo se producía con un esmalte transparente sobre un engobe de ocre amarillo. Este ocre contiene elementos metálicos que se convierten en rojo cuando se oxidan. 

Posteriormente se añadió el color blanco a los dos anteriores.
El Raku, en la actualidad, es una técnica universalmente conocida en el mundo de la cerámica. Para llevarlo a cabo se utilizan pastas con unos requerimientos muy específicos determinados por el choque térmico, (que no se da en el Raku negro), la textura, lam temperatura de cocción, el esmalte empleado, el bizcochado, la porosidad y la plasticidad de la pasta.

Con arcillas rojas, bentonita, caolín china clay y arcillas de Alcañiz se facilita la plasticidad. Con talco refractario, gres, caolín, arena, chamota, feldespato y otros se facilita la resistencia al choque térmico.

El bizcochado se suele hacer entre los 800º y los 1000º, intentando siempre que sea una temperatura superior a la cocción del esmalte.

En la actualidad existen decenas de fórmulas de esmaltes para Raku, e incluso se pueden comprar preparados industriales en las tiendas de materiales cerámicos como Marphil. Hay tantas opciones que han quedado muy lejos las limitaciones en color rojo y negro originales, si bien en taller Escénica mantenemos una línea de Raku en negro en nuestra producción.

Los esmaltes de Raku, como la mayoría de los esmaltes de baja temperatura suelen ser plúmbicos o alcalinos. Dada la porosidad de las pastas, el esmalte debe ser de un punto bajo de fusión, liso, brillante y fluido. Adicionalmente se puede opacificar, matear y texturar. Algunos talleres usan nitrato de plata y bismuto y provocan una fuerte reducción en la cocción para conseguir un resultado de Raku - lustre.

Se pueden fabricar hornos que permitan realizar el Raku en condiciones de seguridad. Carlos Agudín ha fabricado para Taller Escénica un horno Rakú con un bidón metálico. Está construido con una mezcla de ladrillo refractario y fibra. El coste es muy reducido y tiene las características de un horno de llama directa. El bidón está cortado en dos partes y cuando se quiere sacar la pieza, sólo se necesita sacar la tapa, quedando gran parte de la pieza al descubierto.

Durante el verano de 2014, Luis Larriba organizó un curso - taller de cocción en leña en un horno Raku de llama invertida. Este diseño de horno permite la cocción de piezas de tamaño grande. La chimenea y la llama invertida permiten una subida y recuperación de la temperatura muy rápida. Otra de las ventajas de la llama invertida es la falta de diferencias de temperaturas dentro del horno.

El horno se construye con placas de carburo o cordielita y ladrillo refractario. La parrilla se puede hacer con tiras de refractario o acero. La puerta se hace con ladrillos refractario sueltos o también con fibra. Las piezas se precalientan en la parte superior del horno.



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