EL COLOR NEGRO EN LA CERÁMICA
El negro, como color resultante de un óxido colorante, es muy poco frecuente. Sólo se conseguirá mediante la introducción de óxido de uranio, de un elevadísimo precio y peligroso por su radiactividad, o con materiales más baratos y menos tóxicos a partir de la utilización de varios óxidos colorantes que, al interactuar en combinación, logran una superficie más o menos oscura, según la proporción de los óxidos que intervienen y de aquel que se halle en mayor medida, el cual será el que determine el tipo de color negro a obtener.
El negro es uno de los colores usados por la humanidad desde la prehistoria junto al rojo de hierro. también son los primeros en aparecer en el mundo cromático de la cerámica; encontramos huellas de color en periodos como el Neolítico o la Edad del Bronce. El color negro, el rojo, el blanco y la combinación de todos ellos forma parte de la paleta de colores de la cultura celtibérica.
Los humanos primitivos descubrieron minerales como el cromato de hierro, que reúne dos óxidos colorantes y produjo con él un tipo de color negro; o combinaciones de otros óxidos como el cobalto, el cobre, el hierro o el manganeso.
En oriente son notables los negros producidos en la técnica del Kuroraku o raku negro o los vidriados en negro espejo realizados durante la dinastía CHING en China.
Algunas fórmulas probadas para conseguir distintos tipos de color negro son:
"Tinte negro standard" de A.E. Dodd
- Óxido de Cobalto 30 gr.
- Óxido de Hierro 56 gr.
- Óxido de Cromo 48 gr.
- Óxido de Níquel 8 gr.
- Alúmina 31 gr.
Tintes con menos elementos como:
- Óxido de Cromo 64%
- Óxido de Hierro rojo 36%
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