EL OPPIDUM DEL CASTRO DE VALDANZO

Con anterioridad al último cuarto del s. II a. C. encontramos en lo que sería luego el territorio de Segontia Lanca un yacimiento que parece reunir las características de asentamiento de gran tamaño y con un significado bien preciso. Se trata de Castro en Valdanzo (Soria), centro ubicado en una posición destacada sobre un cerro, a 951 m.s.n.m., no el corredor del Duero, sino algo más al sur, en el curso medio del río Valdanzo, a 4,5 km de su desembocadura en el Duero. Presenta una extensión considerable, 21 ha. En el s. I a. C. parece estar desocupado, aunque no podemos indicar cuándo se produjo su desalojo y si éste, en realidad, fue completo o el centro mantuvo una población residual, hasta que en el s. I d. C., según veremos, se convirtiera en sitio de otro asentamiento de gran tamaño.

Junto a este centro mayor del valle del río Valdanzo, en torno al cual no se detectan asentamientos menores —siguiendo el ejemplo de la Termes celtibérica—, se documenta un conjunto de pequeños centros esparcidos a lo largo de la vega del Duero, entre las desembocadura en éste de los ríos Pedro, al este, y Arandilla, al oeste. Estos asentamientos se distribuyen en tres zonas:
  • La de Langa de Duero, con los asentamientos de Valdemadillo I, Valdemadillo II, Valdemadillo III, La Mina, La Girona, La Toca y El Val de Abajo; 
  • La de Miño de San Esteban, con El Corral de Melchor, Los Balcones II y El Arial; 
  • y la de La Vid, con La Vid.

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