NO SABÍA QUE PONERME... Y FELIZ, ME PUSE A HACER UN RAKU

Tarde de domingo, nada que hacer y una pieza bizcochada en el secadero.

Emulando una frase que está en un escaparate de Madrid, me puse manos a la obra y pasamos un rato divertido haciendo un Raku.

La pieza estaba realizada en pasta refractaria albina fina, de las que se venden en Marphil, y mediante moldeado y a rollos. Para finalizarla, pasó por la rueda (torno).

Como esmalte de base empelamos uno elaborado a partir de 85 gr. de Blanco opaco, 15 gr. de Caolín y 5 gr. de Bentonita.

Para forzar el afloramiento de los metales, usamos óxido y carbonato de cobre.

Recubrimos toda la pieza con una gruesa capa de esmalte a base alcalino.







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