EL HORIZONTE CAMPANIFORME EN PEÑARANDA DE DUERO
EL HORIZONTE CAMPANIFORME
EL AJUAR CAMPANIFORME
DE PEÑARANDA DE DUERO (BURGOS)
La pieza que presentamos forma parte del ajuar campaniforme encontrado en la Campaña de 1991 realizada para completar el Inventario Arqueológico Provincial a cargo de la Universidad de Valladolid, que firmó un convenio con la Junta de Comunidades de Castilla y León, hasta 1994 cuando se hizo cargo del convenio la Universidad de Burgos.
Por José Palacio
El vaso campaniforme fue una manifestación cultural prehistórica asociada al Calcolítico y al período inicial de la Edad del Bronce.
La base arqueológica del horizonte campaniforme queda definida por la aparición de dichos vasos cerámicos acampanados, bien manufacturados, de color rojo o marrón-rojizo, decorados profusamente con bandas horizontales incisas (grabadas) o impresas, con temas geométricos, rayados, ajedrezados, etc.
Aunque aparecen usualmente en contextos funerarios, también se los encuentra en ámbitos domésticos. Otras piezas de cerámica asociadas (que formarían parte de auténticos “servicios”) se constatan sólo en determinados grupos locales.
El estilo Ciempozuelos, al que pertenece el ajuar peñarandino, se extendió por los valles del Duero y del Tajo. La mayor parte de los hallazgos proceden de los enterramientos, que eran por inhumación en fosas individuales, aunque a veces utilizaban viejos dólmenes.
El ajuar cerámico está formado por un equipo estándar en el que comparece el vaso inciso y con incrustaciones de pasta blanca, juntamente con una cazuela y un cuenco de iguales características. Este equipo estándar se acompaña de otros elementos como son: el puñal de lengüeta, la punta palmela, etc. En Peñaranda de Duero no existe constancia de la aparición del cuenco ni del acompañamiento metálico.
El proceso de fabricación comenzaba por la obtención de materias primas adecuadas, arcillas que por lo general se someten a un tratamiento previo a su uso, eliminando cualquier impureza que pudieran contener a través de un proceso de decantación. En algunos casos se añaden intencionadamente desgrasantes, es decir, materiales no plásticos que otorgan a la arcilla una mayor resistencia al impacto térmico que va a experimentar durante el proceso de cocción.
Posteriormente se pasa a dar forma al recipiente cerámico. En el Calcolítico se utilizaban varias técnicas: modelado a mano a pella, bola o pellizco; modelado a rollos, especialmente como añadido a la técnica de bola o pella; y moldeado tomando como base (molde) contenedores de fibra vegetal.
La decoración se realiza cuando la pieza está en "dureza de cuero". Todavía se puede modificar pero su elasticidad ha desaparecido y por tanto si se fuerza, puede romperse. Comienza con el espatulado de la arcilla, raspando la superficie con una piedra lisa hasta conseguir unas paredes finas y uniformes. Después con madera, hueso o piedras muy pulidas, se bruñe la pieza cerámica para disponer las partículas de la arcilla en la misma dirección lo que permitirá que la pieza sea muy poco porosa y pueda contener líquidos.
En esta fase de secado, se comienza la decoración mediante incisiones, impresiones, ungulaciones, etc... En el caso de nuestro ajuar, la decoración es incisa mediante bandas decoradas con metopas, zic zas y líneas paralelas que marcan los campos decorativos alternando bandas sin decoración que contrastan por su brillantez.
Como hemos comentado antes, el estilo de la pieza es el "Ciempozuelos", el cual se extiende por toda la península y sobre todo en las dos mesetas. Su decoración es incisa e impresa y a menudo, las incisiones presentan inscrustaciones de pasta blanca. En el omphalos o base, la decoración presenta una disposición radial que enlaza con la banda inferior del recipiente
Cuando el secado está en una fase a la que se denomina "dureza de hueso" se puede dar un pulimento final a toda ella para mejorar su brillo y belleza.
Tras el secado de las piezas se procede a la cocción en una hornalla, ya que durante el horizonte cultural Campaniforme, no se utilizan hornos propiamente dichos. Esta cocción se hace mediante una combustión directa de las piezas con el fuego. Uno de los lugares de cocción es un hoyo en el que se introducen las piezas y se rellena de pinosa o materiales combustible hasta la superficie, lo que permitirá un aumento local de la temperatura y la ausencia de oxígeno, que oscurecerá las piezas por la atmósfera reductora creada.
A pesar de ello, se cree que este tipo de control de la atmósfera en la cocción era descontrolado, no existiendo un patrón uniforme en el color final de las piezas e incluso teniendo en los registros arqueológicos de piezas de cocción mixta.
YACIMIENTOS DE PEÑARANDA DE DUERO
Marcados en el círculo, “La casa número 4” y “Valdemar 2”
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