COCCIÓN DE PIEZAS EN CARBONACIÓN

Cuando las piezas están totalmente secas se cuecen en una gaceta con algún tipo de combustible. En nuestro caso usamos cáscaras de pipas de girasol. La gaceta es un recipiente de barro refractario donde se ponen las piezas con las cáscaras de pipas para luego cocerlas en el horno, donde reproducimos una atmósfera reductora debido a la falta de oxígeno.

entre una pieza y otra, debemos poner una buena capa de material para que acolchar el espacio vacío entre ellas y cuando todas las piezas están en el interior cerramos la tapa. Cuando era fácil de encontrar, usábamos latas de pintura metálicas como gacetas, pero la llegada del plástico ha hecho desaparecer, casi por completo, esta posibilidad.

La cocción va a alcanzar los 700º que es la temperatura que se lograba en la época calcolítica. Cuando terminamos la cocción y tras enfriarse el horno, descubrimos las piezas, veremos que salen de un color pardo oscuro o negras. Una vez bien lavadas, se resaltan la decoración aplicando una solución de agua con carbonato de calcio, de forma irregular para que se parezcan a las antiguas piezas. Una vez seco, se retira el sobrante con ayuda de una esponja limpiando en sentido contrario a las líneas de decoración para evitar que la esponja arrastres el carbonato inserto en las marcas.

Resultado de la última carbonación. Como anécdota, en lugar de las habituales cáscaras de pipas, esta vez han entrado como combustible pipas enteras.







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