CURSO DE CERÁMICA PREHISTÓRICA. Vaso y cazuelas Campaniformes.
Hoy tocaba reponer las estanterías y nos hemos liado a crear distintas cazuelas, vasos y cuencos de este estilo del Calcolítico meseteño.
Están modelados en arcilla roja y tras algo más de 10 horas, en dureza de cuero, les hemos aplicado la decoración incisa típica.
También hemos comenzado el modelado de dos grandes cazuelas, que necesitan de un poco más de tiempo para poder terminarlas.
Como siempre, si quieres desatar tu pasado prehistórico y hacer una especie de regresión a tus raíces, te esperamos en nuestro Espacio Artístico @acantarosceramica en @penaranda_duero
AHORA SÍ, te presentamos una serie de cazuelas campaniformes, en distintos tamaños que, hemos elaborado junto a otras piezas típicas de la triada típica de esta cultura.
Su decoración, de estilo Ciempozuelos, es característica de la fase plena del Calcolítico campaniforme peninsular, con los que se desarrollaron complejos rituales de comensalidad. Son recipientes bajos y de boca abierta, con una fuerte inflexión en la parte media de la panza y un perfil sinuoso muy marcado. Sus capacidades y tamaños son variados, pero la gran mayoría de recipientes de este tipo se sitúan entre los 20-30 cm. de diámetro y los 7,5-11,5 cm. de altura.
Dadas sus características formales son vasijas ideales para la presentación de alimentos sólidos, como carne o gachas de cereal, en contraste con los vasos campaniformes, más apropiados para el manejo de líquidos, y en concreto cerveza a juzgar por los análisis de contenidos. Los cuencos son los recipientes de menos tamaño del trío, y se utilizaron como medida distribuidora del contenido de ambos, y especialmente de la cazuela, pues, no en vano, es frecuente hallarlos depositados en el interior de ellas en los tríos cerámicos dispuestos como ajuares funerarios de muchas sepulturas de esta etapa.
Las piezas que presentamos exhiben una profusa y cuidada decoración incisa, característica del estilo Ciempozuelos meseteño, que no sólo ocupa sendas franjas en el cuello y la panza, separadas por un espacio liso preceptivo, sino que se prolonga por el amplio fondo de la pieza en un complejo y abigarrado esquema ornamental de franjas angulares rellenas de motivos decorativos, así como una pequeña greca en torno al umbo que ocupa el centro geométrico del fondo. La presencia frecuente de ornamentación en los fondos de las cerámicas campaniformes sugiere que esta zona de los recipientes, normalmente oculta en el uso puramente funcional de los mismos, era exhibida o mostrada para poder contemplar tan elaborados diseños, quizás alzándolas ante los asistentes en contextos ceremoniales. La decoración interna, cuando la tiene, se suele disponer junto al borde y tras un espacio liso en la misma línea de inflexión del cuello.
También hemos aprovechado para elaborar una decoración tipo "marítimo" en bandas en uno de los vasos.
Toda esa compleja ornamentación se ha ejecutado, en origen, con singular maestría, lo que nos indica que se trata de una cerámica muy especial, un producto destacado de la alfarería campaniforme, de uso ceremonial, y quizás elaborada ex profeso para esa finalidad ritual conmemorativa que tenían, tanto los yacimientos funerarios como los túmulos donde se recuperaron.
Bibliografía:
- Rafael Garrido Pena. Universidad Autónoma de Madrid
- Manuel Ángel Rojo Guerra. Universidad de Valladolid
- Cristina Tejedor Rodríguez. Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León
- Íñigo García Martínez de Lagrán. DEUI-Gobierno Vasco U.P.V.IE.H.U. (SP). TRACES
Comentarios
Publicar un comentario